Reflexión de la experiencia vivida
Llegó la hora de pararnos a pensar y reflexionar sobre lo que ha significado esta experiencia, cómo me he sentido, lo que más me ha llamado la atención, las dificultades que he podido encontrar a lo largo de estos meses...
Puede parecer un periodo corto y que pasa muy rápido pero en él he podido ver y comprobar como funcionan aspectos de clase llevados al aula y sobre todo aprender, corregir fallos y mejorar un poquito más cada día.
Antes de empezar, me surgieron mil dudas.
¿Sabré llevar una clase? ¿Me harán caso cuando les explique una ficha? ¿Lograré tener la misma autoridad que tiene la profesora sobre sus alumnos? ¿Me respetarán como profesora? ¿Me entenderán cuando trate de explicar?...
Mediante la observación he aprendido mucho estos meses además de poder preparar actividades de los libros que trabajan y explicarlas en el aula.
He aprendido mucho de mi profesora y de como llevar una clase. Me gusta mucho como enseña a los niños, la metodología que utiliza y mas concretamente los métodos y técnicas que utiliza ella a la hora de explicar.
Usa mucho los refuerzos para que a los niños les quede claro lo que pide y no la importa repetírselo todas las veces que haga falta para comprobar que les ha quedado claro.
Además, otra cosa que me ha llamado mucho la atención y de la que he aprendido un montón es la manera que tiene de enseñarles a escribir las letras y los números. Lo primero que enseña y considera muy importante aprender es el trazo de la letra "i" ya que de la manera que la enseña, es la base para aprender a hacer la "u". Después enseña la "e", luego la "o" y por último la "a". Pero como ya he dicho, da más importancia a la "i" ya que a la hora aprender las consonantes, sirve de base para aprender a hacer la primera letra que enseña que es la "t" para después pasar a la "s" luego la "d", la "l"... Todo mediante el trazo.
Me gusta mucho esta técnica de enseñarles los números y las letras porque los niños lo recuerdan bien y su aprendizaje es mas sencillo. Por ejemplo: El número 1, en vez de copiarlo como tal, lo explica en la pizarra diciendo que es un tobogán y para abajo o el 2, cabecita, para abajo y tumbadito. Es una manera diferente de explicar los números y además los niños lo recuerdan mejor que solo limitarse a copiar lo que la profesora les enseña en la pizarra.
Me gusta también la manera en la que lleva la clase, como respeta las rutinas sobre todo, la manera de explicar las fichas. Observándola he visto en que hace más hincapié a la hora de explicar y realizar una ficha, las pautas que les da y como los niños la respetan y la hacen caso.
Cuando expliqué el primer día, a parte de estar nerviosa y llevar preparadas las actividades a clase, encuentro varias dificultades: conseguir dar más de sí la ficha para no acabarla tan rápido y que me escuchen y no hablen. Según van pasando las semanas, voy intentando superarlas, pero no alcanzo a conseguir del todo que se mantengan en silencio cuando se lo pido pero si que me entiendan, me escuchen y hagan lo que les pido. Me surge además otra duda, ¿Nos pasamos a la hora de darles cariño a las niños? Igual durante nuestro periodo de practicas les mimamos mucho y adoptan otra actitud diferente a la que tienen con su profesora.
No se ciñe solo al libro, si no que también utiliza mucho la pizarra digital y elabora sus propias fichas de los números y las letras en la cual, después de hacer el numero o la letra correspondiente, por detrás aprovecha y anima a que los niños dibujen algo que empiece por la letra trabajada, dibujos del tema que estemos tratando en clase... y lo pinten con su propio criterio. Alguna vez si que me parece importante darles alguna pauta en el dibujo, cosa que también lleva a cabo pero nunca poner limites a la creatividad e imaginación de cada niño. Es muy importante a la par que interesante fijarse en los ritmos de los niños, en como unos dibujan y pintan mejor, otros tienen más imaginación, incluso muchas veces me han llegado a sorprender con sus creaciones, lo comento con la profesora y lo anoto en mi cuaderno.
Otro de las cosas con las que me quedo es que no utiliza casi el castigo. En alguna ocasión muy concreta puede llevarlo a cabo pero en general opta por reñirles antes que castigarles a un rincón, fuera de la clase o dejarles sin hacer alguna actividad.
Después de analizar los aspectos que más me han llamado la atención durante mi estancia en el aula y las dificultades que he tenido y que debo mejorar, he observado que en mi aula no se realiza la asamblea como tal, si se expresan o cuentan lo que han hecho el fin de semana o que niños faltan pero desde su sitio.
Desde mi punto de vista, yo si realizaría una pequeña asamblea y además, distribuiría la clase en rincones para jugar e iríamos rotando. Si que me gusta que todos los días, la última media hora, en la que los niños ya están cansados y prestan menos atención, sea el momento de jugar con las construcciones, con la plasti...
Un aspecto que me quedado con ganas de conocer y que me parece muy importante a la vez que complicado es el trato con los padres.
Sé que existe comunicación con la profesora mediante los correos y la plataforma del colegio y la implicación de los padres en todas las actividades y en el proceso de enseñanza-aprendizaje, como ya he comentado anteriormente, pero me gustaría haber podido observar como llevar a cabo una tutoría y ver la reacción de los padres ante los problemas que les plantee en la misma.
No es el caso, ya que no existen niños con dificultades o de minorías, pero ¿Cómo le dices a los padres que su hijo tiene algún problema?, ¿Cómo actúas cuando los padres no aceptan que su hijo tiene un problema?, ¿Cómo superas las dificultades que pueden surgir con los padres? o ¿Cómo les dices a los padres que su hijo no se relaciona bien con sus compañeros?
Solo lo he podido conocer a la salida de clase en algún momento puntual y las cosas que me ha comentado la profesora por lo tanto es donde encuentro mayores dificultades.
A partir de esta experiencia y primer contacto tanto tiempo con un aula, tengo muchas ganas de seguir aprendiendo y de mejorar esas dificultades y puntos débiles que me han surgido a lo largo de estos meses.
Siempre lo he tenido claro pero ahora todavía más. Estoy haciendo lo que me gusta y no hay nada más satisfactorio que tener a 25 niños con muchas ganas de aprender y de darte todo el cariño que son capaces de demostrar por su profe.